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Una vida Azul y Plata - Reforma

Juan Portilla

Actualizado: 6 jun 2020


Azul y Plata. Así se define Alfonso Huerta, quien a sus 37 años conserva verdaderas joyas, objetos que simbolizan su pasión y entrega a los Vaqueros de Dallas, equipo con el que se ha identificado toda su vida.

Hijo de un ex jugador de la UNAM, Alfonso conserva al interior de su hogar recuerdos significativos y de calidad, tales como auténticos balones del Super Tazón firmados por las leyendas del equipo texano; una miniatura del Texas Stadium y hasta un pedazo de pasto sintético del inmueble.

Alfonso conserva tres balones de Súper Tazón; uno de la edición XXVII firmado por Emmitt Smith, uno más del XXVIII, Dallas-Búfalo, autografiado por Troy Aikman, y otro del XXX.

Alfonso cuenta con emoción anécdotas de cómo ha llegado a obtener los memorables recuerdos.

"Hace aproximadamente ocho años se cambió la alfombra del Texas Stadium. Hubo subastas en Internet para vender pedazos. Tengo uno de ese estadio aquí en la casa; tengo infinidad de boletos, souvenirs, botones desde los primeros 'Super Bowls' que ganó Dallas, además de miniaturas y fotografías autografiadas con los momentos más importantes de cada uno de sus campeonatos", dijo Alfonso.

Relató cómo logró conseguir la firma de quien fuera uno de los mejores quarterbacks de Dallas, Troy Aikman, en una de sus visitas a la Ciudad de México.

"La anécdota de Troy es muy buena. Vino a hacer una promoción de un complemento alimenticio a un hotel de la Ciudad de México. Me las ingenié para entrar a esa presentación que hizo del producto", explicó.

"Llevaba mi balón y mi pluma como cualquier buen caza-autógrafos. A lo lejos grité, '¡Troy!'. Le enseñe el balón, que era uno de Super Bowl, del XXVIII", precisó.

"(Troy) se me quedó viendo y me hizo la seña de que se lo aventara; le aventé un pase de cinco metros, le aventé el plumón y me lo firmó con mucho cuidado. El plumón se lo quedó, pero también recibí un pase de él porque el balón me lo regresó de la misma forma", agregó Alfonso con orgullo.

Por si alguien duda de su afición hacia este equipo, sólo basta con preguntar a su esposa cómo fue convencida de suspender un día de su luna de miel.

"En 1991 me casé. Estaba de luna de miel en Lake-Tahoe. Al día siguiente jugaban los Vaqueros. Le dije a mi nueva esposa que me disculpara y que nos íbamos a Dallas. Entonces volamos, vimos el juego contra Atlanta; se coronó Emmitt (Smith) por primera vez en yardas de la NFL y yo interrumpí mi luna de miel un día para ir a ver a los Vaqueros", comentó Alfonso, que guarda un casco original de los Vaqueros, así como fotografías autografiadas de Aikman, Smith y Deion Sanders.

Alfonso reveló que su siguiente objetivo es conseguir uno de los legendarios sombreros utilizados por Tom Landry y dejó en claro que por nada se perderá la oportunidad de asistir esta noche al Estadio Azteca.


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